09/25/2025 | Press release | Distributed by Public on 09/25/2025 11:32
¡Aquí sí pasa! En Bogotá, mi Ciudad, mi Casa promovemos la participación ciudadana en la construcción de ciudad. Un ciclo deliberativo es un proceso en el que un grupo diverso de ciudadanos y ciudadanas se reúne para:
1. Recibir información clara y verificada sobre un tema de ciudad.
2. Escuchar diferentes miradas, con respeto y apertura.
3. Dialogar y construir acuerdos, pensando en soluciones colectivas.
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Cuando votamos, escogemos entre opciones ya definidas. Cuando deliberamos, creamos opciones nuevas juntos. Deliberar no es levantar la mano para decidir rápido, es sentarse a conversar, analizar, informarse y acordar en colectivo.
Imagina que tu familia debe decidir cómo usar el presupuesto del mes. Una opción sería votar de inmediato: cada quien dice lo suyo y se hace lo que diga la mayoría.
Otra opción, más justa y sostenible, es deliberar: escuchar las prioridades de cada persona, analizar gastos y, con esa información, acordar una decisión que beneficie a todos. Así funcionan los ciclos deliberativos, pero a escala de la ciudad.
Bogotá es una ciudad de más de 8 millones de habitantes, diversa, compleja y en constante transformación. En este contexto, los ciclos deliberativos son clave en 5 escenarios:
1. Enriquecen las decisiones públicas: permiten que antes de decidir sobre temas de ciudad, se escuchen distintas voces ciudadanas que aportan miradas que a veces no están en los diagnósticos técnicos o políticos.
2. Promueven la inclusión: los participantes son seleccionados de forma aleatoria, para garantizar diversidad de género, edad, territorios y condiciones sociales. Esto evita que solo opinen los mismos de siempre y asegura que la mesa represente realmente a la ciudad.
3. Fortalecen la confianza en lo público: al abrir espacios donde la ciudadanía puede informarse, dialogar y ver cómo sus aportes inciden en políticas concretas, se genera más credibilidad en las instituciones y en el ejercicio democrático.
4. Permiten construir consensos en medio de la diversidad: en una ciudad donde conviven realidades tan distintas, la deliberación ayuda a encontrar puntos comunes y propuestas compartidas que reflejan acuerdos colectivos.
5. Van más allá de la opinión rápida: Bogotá está acostumbrada a consultas, encuestas o votaciones. Los ciclos deliberativos dan un paso más: ofrecen tiempo para informarse, escuchar y reflexionar antes de proponer soluciones.
Los ciclos deliberativos son la oportunidad para que cada habitante de Bogotá vea reflejada su realidad y sus ideas en las decisiones de ciudad. Porque Bogotá no se construye desde arriba, sino desde la voz y el diálogo de quienes la vivimos día a día.
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