10/07/2025 | Press release | Distributed by Public on 10/08/2025 18:19
CIUDAD DE WASHINGTON, 7 de octubre de 2025. Asia oriental y el Pacífico continúa teniendo un desempeño superior al del resto del mundo. No obstante, para crear más empleos y mantener el crecimiento, se necesitarán reformas ambiciosas mientras la región atraviesa incertidumbres de alcance global.
En la actualización económica de Asia oriental y el Pacífico publicada por el Banco Mundial en octubre de 2025, se prevé un crecimiento regional del 4,8 % este año, valor ligeramente inferior al 5 % registrado en 2024. Viet Nam ocupa el primer lugar con un crecimiento del 6,6 %, seguido de Mongolia (5,9 %) y Filipinas (5,3 %). China, Camboya e Indonesia crecerán un 4,8 % cada uno, mientras que los países insulares del Pacífico lograrán un crecimiento del 2,7 % y Tailandia, del 2 %.
El exitoso modelo de desarrollo inclusivo de Asia oriental se enfrenta a nuevos desafíos. El crecimiento laboral reciente se ha registrado en gran medida en los empleos de servicios de baja productividad, a menudo informales, que ofrecen oportunidades limitadas de progreso. Además, los jóvenes tienen dificultades para encontrar trabajo, y la proporción de mujeres que participan en la fuerza laboral es aún menor. Si bien se prevé que 25 millones de personas saldrán de la pobreza entre 2025 y 2026, en la mayoría de los países de la región el porcentaje de la población que puede pasar a ser pobre ahora es mayor que el de la clase media.
"La región se enfrenta a una paradoja del empleo: el crecimiento económico es relativamente sólido pero no se crean suficientes empleos de calidad", dijo Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente del Banco Mundial para Asia oriental y el Pacífico. "La aplicación de reformas más contundentes para eliminar los obstáculos al ingreso de empresas y a la competencia puede desbloquear la entrada de capital privado y permitir que las empresas dinámicas y productivas prosperen y creen nuevas oportunidades de empleo. El Banco Mundial sigue siendo un aliado permanente en los esfuerzos de la región por lograr un crecimiento inclusivo que responda a las aspiraciones de su gente".
Los indicadores de alta frecuencia de la actividad económica muestran una desaceleración del impulso. Las ventas minoristas están aumentando, pero la confianza de los consumidores no ha recuperado los niveles anteriores a la COVID-19. La producción industrial es sólida, aunque la confianza empresarial permanece baja. Las exportaciones se aceleraron antes de los recientes aumentos arancelarios, pero los nuevos pedidos de exportación son menores.
Según las proyecciones, el crecimiento se desacelerará en 2026 hasta un 4,3 %. Los resultados de crecimiento dependerán del aumento de las restricciones comerciales, la atenuación de la incertidumbre -aunque aún elevada a nivel mundial- y la desaceleración del crecimiento mundial, así como de las decisiones de política interna, especialmente la dependencia en algunos países de los estímulos fiscales en vez de aplicar reformas estructurales.
En el informe se exhorta a llevar a cabo reformas e inversiones en capital humano e infraestructura digital, aumentar la competencia en el ámbito de los servicios y formular políticas que garanticen una correspondencia entre las oportunidades de empleo y las habilidades de las personas. Los rápidos avances en inteligencia artificial, robótica y plataformas digitales exigen nuevas habilidades y mayor agilidad y adaptabilidad por parte de las empresas, los trabajadores y los responsables de formular políticas.
"El crecimiento de Asia oriental centrado en las exportaciones y con uso intensivo de mano de obra logró sacar de la pobreza a 1000 millones de personas en las últimas tres décadas, pero la región ahora enfrenta el doble desafío de la protección del comercio y la automatización del empleo", dijo Aaditya Mattoo, economista en jefe del Banco Mundial para Asia oriental y el Pacífico. "La aplicación de reformas del clima para los negocios y los adelantos en el ámbito de la educación podrían desencadenar un círculo virtuoso entre oportunidades y capacidad, lo que conduciría a un mayor crecimiento y mejores empleos".
El Banco Mundial hace un seguimiento de la línea de pobreza de USD 6,85 al día en los países de ingreso mediano alto. Fuente: Tema de datos del Banco Mundial: Pobreza y desigualdad.