Oxfam International

09/24/2025 | Press release | Distributed by Public on 09/23/2025 23:17

El colonialismo secuestra la transición energética: el 70 % de los minerales para energías renovables están en el Sur Global, pero la mayoría de los beneficios los acaparan los[...]

Publicado: 24th Septiembre 2025
  • Aunque los países del Sur Global poseen aproximadamente el 70 % de las reservas de minerales para la transición, la mayoría de las inversiones en energías renovables se concentran en el Norte Global (50 %) y China (29 %), y esos beneficios se retienen en gran medida en manos del 1 % más rico.
  • En 2024, América Latina recibió el 3 % de la inversión mundial en energía limpia, y el sudeste asiático, Oriente Medio y África recibieron solo el 2 % cada uno, a pesar de que el África subsahariana alberga al 85 % de la población mundial sin acceso a la electricidad.
  • América Latina posee casi la mitad del litio del mundo, pero solo obtiene alrededor del 10 % del valor.
  • La energía consumida solo por el 1 % más rico sería suficiente para satisfacer siete veces las necesidades energéticas básicas de las personas sin acceso a la electricidad.

La transición vital de los combustibles fósiles a las energías renovables está siendo acaparada por los contaminadores superricos -individuos, empresas y países- que reproducen patrones coloniales que afianzan las desigualdades y alimentan las violaciones de los derechos humanos, de acuerdo con el nuevo informe de Oxfam Transición injusta: recuperar el futuro energético del colonialismo climático, publicado hoy.

Por ejemplo, Tesla, la empresa propiedad del hombre más rico del mundo, Elon Musk, ganó 5.630 millones de dólares con la venta de vehículos eléctricos (VE) en 2024. Por cada VE, la empresa obtuvo unos beneficios de 3.145 dólares, 321 veces más de lo que obtuvo toda la República Democrática del Congo (RDC) por suministrar los 3 kg de cobalto que contiene cada coche. La RDC solo captura el 14 % de la cadena de valor del cobalto, pero si conservara todo el valor podría generar más de 4.000 millones de dólares al año, suficientes para proporcionar energía limpia a la mitad de sus casi 110 millones de habitantes.

El informe de Oxfam describe el "saqueo" de minerales como el litio, el cobalto, el níquel y las tierras raras, el acaparamiento de tierras para la bioenergía, los proyectos de eliminación de carbono y la apropiación de recursos a gran escala para la energía hidroeléctrica, eólica y solar. Estos proyectos suelen implicar violencia, trabajo forzoso y daño medioambiental, con escaso consentimiento de la población local que vive en estas nuevas "zonas de sacrificio".

En la actualidad, la minería, los proyectos de energía renovable y el desarrollo industrial vinculados a la transición energética -impulsados en su gran mayoría por el Norte Global y las élites poderosas- amenazan los derechos de los pueblos indígenas en hasta el 60 % de sus tierras reconocidas, lo que supone 22,7 millones de km². Esto equivale aproximadamente al tamaño de Brasil, Estados Unidos y la India juntos, o al doble de la superficie de todo el imperio francés en su apogeo.

"Los países más ricos y las personas más acaudaladas están llevando la crisis climática a su punto de inflexión actual, consumiendo en exceso el presupuesto de carbono a través de sistemas profundamente desiguales y extractivos. Ahora están tratando de capturar y controlar la transición energética a expensas de los países más pobres y vulnerables al clima, lo que aumenta aún más la desigualdad", afirmó Amitabh Behar, director ejecutivo de Oxfam. "Una transición verdaderamente justa comienza con el fin de los patrones de injusticia, mala gobernanza y exceso".

Los países ricos y las élites poderosas también dominan la arquitectura financiera internacional, invirtiendo miles de millones en sus propias transiciones mientras sumen a los países del Sur Global en una creciente crisis de deuda y les dejan pocos recursos para financiar su propio desarrollo. Los llamados países en desarrollo tienen una deuda externa de 11,7 billones de dólares, más de 30 veces el coste estimado de proporcionar energía limpia universal para 2030.

"Muchos países del Sur se están quedando fuera de la transición por completo a pesar de tener un potencial significativo: el 70 % del potencial eólico y solar del mundo se encuentra en el Sur Global. Sus gobiernos no pueden aprovechar la caída del costo de las energías renovables debido a la elevada deuda y a las condiciones de préstamo injustas. Nuestra investigación muestra que el costo de suministrar energía a la población es casi el doble en los países africanos, en comparación con el precio en las economías avanzadas. Si se comprometen con la inversión extranjera, esta se centra en la extracción y la búsqueda de beneficios para unos pocos por encima del bien público para la mayoría", afirmó Behar.

Garantizar una transición justa también significa abordar la impactante desigualdad actual en el acceso a la energía. El 10 % más rico de los ciudadanos consume la mitad de toda la energía mundial, mientras que la mitad más pobre de la humanidad consume solo el 8 %. Si se redistribuyera, la energía consumida solo por el 1 % más rico sería suficiente para satisfacer siete veces las necesidades energéticas básicas de las personas sin acceso a la electricidad.

"Abordar la desigualdad y el colonialismo en la transición ofrece una oportunidad para remodelar radicalmente el panorama energético. Los pueblos indígenas, las comunidades, las mujeres, los trabajadores y los gobiernos locales progresistas ya están construyendo nuevos sistemas energéticos basados en el control local, la economía progresista y el cuidado ecológico, y en los que el trabajo digno, las protecciones sociales, los derechos indígenas y el reciclaje profesional ocupan un lugar central", afirmó Behar. "Debemos apoyarlos para que la transición deje de servir a los beneficios y empiece a servir a la vida".

El informe de Oxfam insta a los responsables políticos a adoptar un nuevo sistema energético descolonizado y descentralizado, que reconozca y repare los daños causados por el desequilibrio de poder histórico y dé prioridad a la cooperación y la solidaridad mundiales mediante:

  • La adopción de un enfoque de financiación que dé prioridad al sector público para los objetivos climáticos y de desarrollo, y el rechazo del modelo del 'consenso de Wall Street', en el que se utiliza el dinero público para garantizar los beneficios privados.
  • Los individuos, empresas y países ricos que contaminan deben reconocer su responsabilidad en la crisis climática y pagar por los daños causados.
  • La reforma radical de los modelos internacionales de fiscalidad, comercio y financiación para eliminar las barreras actuales que impiden una transición energética justa en los países del Sur Global. Estas herramientas incluyen el valor añadido nacional, la transferencia de tecnología y la soberanía industrial.
  • Poner fin a las prácticas explotadoras y defender los derechos laborales y humanos en la transición energética, incluido el reconocimiento de los derechos sobre la tierra y la soberanía de los pueblos indígenas.

Notas para editores

Descargue el informe aquí.

Acceda a la nota metodológica aquí.

Información de contacto

Cass Hebron en Bruselas |[email protected]| +32485913688

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Palabras clave
economic inequality renewable energy Colonialism climate justice
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Oxfam International published this content on September 24, 2025, and is solely responsible for the information contained herein. Distributed via Public Technologies (PUBT), unedited and unaltered, on September 24, 2025 at 05:17 UTC. If you believe the information included in the content is inaccurate or outdated and requires editing or removal, please contact us at [email protected]