10/07/2025 | Press release | Distributed by Public on 10/08/2025 18:19
CIUDAD DE WASHINGTON, 7 de octubre de 2025. El crecimiento económico se ha desacelerado, pero la región mantiene su resiliencia en medio de los continuos desafíos mundiales y regionales, según la última actualización económica sobre Europa y Asia central del Banco Mundial, titulada Jobs and Prosperity (Empleos y prosperidad) y publicada hoy.
Es probable que el producto interno bruto regional crezca un 2,4 % en términos reales este año, frente al 3,7 % de 2024, impulsado principalmente por un ritmo de expansión más débil en la Federación de Rusia. Si se excluye a este país, que representa alrededor del 40 % de la producción de la región, es probable que el crecimiento se mantenga con poca variación, en torno al 3,3 % este año y el próximo.
"Las economías en desarrollo de la región deben emprender reformas audaces para traducir la resiliencia en un mayor crecimiento de la productividad, la producción y el empleo, de modo de adaptarse a los cambios demográficos regionales y capitalizar sus ventajas naturales", dijo Antonella Bassani, vicepresidenta del Banco Mundial para Europa y Asia central. "Es importante que los países fortalezcan su sector privado, mejoren la educación y se conecten más a nivel internacional, regional y nacional, además de atraer una mayor cantidad de capital privado. El desafío de la región es aumentar las oportunidades de empleo y transformar los trabajos poco calificados en empleos de alta calidad".
En el informe, que se centra especialmente en el empleo, se llega a la conclusión de que la inversión en infraestructura, la mejora del entorno para los negocios y la movilización de capital privado serán fundamentales para impulsar la productividad.
Los países deben comenzar por invertir en la base del empleo: la infraestructura física y humana. También es necesario mejorar la calidad de la educación, en particular la formación profesional y la educación superior. Todavía hay un potencial sin explotar entre las mujeres y los jóvenes, que están subrepresentados en la fuerza laboral.
En la región se ha creado una importante cantidad de puestos de trabajo en las últimas décadas, pero la desaceleración del crecimiento, el retraso de la productividad y el escaso impulso de las reformas están intensificando los desafíos en torno a esta cuestión. Si bien el empleo ha aumentado un 12 % en los últimos 15 años -especialmente en los servicios, que ahora representan más de la mitad de los puestos de trabajo-, en el informe se señala que la mayoría de las oportunidades se encuentran en puestos relativamente poco calificados y con un potencial de ingresos limitado.
Las dificultades demográficas ponen en peligro la resiliencia del mercado laboral: se prevé que la población en edad de trabajar disminuirá en 17 millones en las próximas décadas, y esta reducción se concentrará en Europa oriental y central y en los Balcanes occidentales. En Asia central y en Türkiye, la población en edad de trabajar aumentará, lo que ejercerá un tipo diferente de presión sobre el mercado laboral. Los impedimentos estructurales limitan el potencial de Europa y Asia central, como la abundancia de pequeñas empresas que rara vez se amplían, los mercados de crédito y financiamiento de riesgo poco desarrollados, los sistemas educativos y de capacitación deficientes, la competencia reducida y las empresas estatales que frenan el dinamismo corporativo y la eficiencia del mercado.
"Cada país puede adaptar su enfoque para utilizar mejor sus activos: el talento humano, la infraestructura física, las instituciones y los recursos naturales", dijo Ivailo Izvorski, economista en jefe del Banco Mundial para Europa y Asia central. "La ampliación de las oportunidades laborales puede beneficiar a casi todos los trabajadores, ya que cada industria requiere un conjunto de habilidades diferentes. Centrarse en estas áreas brinda a los responsables de formular políticas una oportunidad real de abordar el desafío del empleo y generar crecimiento".