12/17/2025 | Press release | Distributed by Public on 12/17/2025 12:12
GINEBRA - Filippo Grandi, Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, elogió anoche a cuatro personas excepcionales y a una organización de primera línea, en presencia de la Embajadora de Buena Voluntad de ACNUR Cate Blanchett, por haber ganado el Premio Nansen para los Refugiados de ACNUR, celebrando su valentía, solidaridad y liderazgo en el apoyo a las personas que se han visto forzadas a huir.
Creado en 1954, el Premio Nansen para los Refugiados es la máxima distinción de ACNUR y reconoce a quienes demuestran un compromiso excepcional con la protección de las personas refugiadas, desplazadas internas y apátridas. La ceremonia de este año tuvo una resonancia especial, ya que Grandi aprovechó la ocasión, la última al frente de la Agencia de la ONU para los Refugiados, para "despedir" a una nueva generación de defensores de los refugiados, cuyas acciones encarnan los valores que él ha defendido a lo largo de sus diez años de mandato.
"El Premio Nansen para los Refugiados celebra el coraje y la compasión extraordinarios. Los galardonados de este año nos recuerdan que, incluso en tiempos oscuros, la compasión permanece intacta", afirmó Filippo Grandi. "Nos muestran que el compromiso con las personas refugiadas no reside en una oficina o en una voz. Vive en las acciones de personas como ellas, personas que eligen la humanidad por encima del miedo, la solidaridad por encima de la indiferencia".
El laureado global de 2025, el Jefe Martin Azia Sodea de Camerún, ejemplifica ese espíritu. Cuando las personas refugiadas que huían de la violencia en la República Centroafricana llegaron a la aldea de Gado-Badzéré, el Jefe Sodea y su comunidad no les cerraron las puertas. En cambio, compartieron sus tierras para que pudieran refugiarse y cultivar, lo que permitió a más de 36.000 personas refugiadas reconstruir sus vidas junto a la población de acogida. Bajo su liderazgo, una pequeña aldea se convirtió en un poderoso símbolo de coexistencia pacífica, inspirando a otros líderes tradicionales de toda la región a acoger a las personas desplazadas con dignidad y respeto.
"Los retos siguen existiendo: el desplazamiento forzado aumenta, mientras que los recursos se reducen", destacó. "Sin embargo, existen soluciones. Comienzan con la comunidad y el intercambio. La inclusión, incluso con medios modestos, construye la paz y la dignidad".
También se homenajeó a cuatro ganadores regionales:
La ceremonia también contó con la presencia de Blanchett, quien reflexionó sobre el significado más profundo del evento y desafió al público a ir más allá de la admiración.
"Las personas cuya bondad, cuyo trabajo incansable y sacrificio han tenido consecuencias, han contribuido en gran medida a transformar la fealdad que, de otro modo, podría envolvernos algunos días", afirmó. "Esta noche, nos maravillamos ante la visión y la dedicación de estos galardonados con el Premio Nansen. Pero si eso es todo lo que hacemos esta noche, si nos quedamos maravillados ante las felicitaciones, los trofeos y los discursos, habremos perdido una oportunidad de oro para reflexionar sobre lo que su maravilloso trabajo nos inspira a todos".
Cuando Grandi clausuró la ceremonia, el simbolismo era claro: aunque se cierra un capítulo del liderazgo en ACNUR, el movimiento para proteger a las personas que se han visto forzadas a huir continúa gracias a quienes están dispuestos a actuar.
"Estos galardonados no son solo homenajeados", afirmó Grandi. "Son defensores de las personas refugiadas. Esta noche los celebramos y les confiamos, a ellos y a todos nosotros, la tarea de llevar adelante esta causa".
Durante más de 70 años, el Premio Nansen para los Refugiados ha destacado a quienes se niegan a voltear hacia otro lado ante el sufrimiento. Desde jefes de aldea y educadores de refugiados hasta líderes empresariales, defensores de los derechos de las mujeres y personal de primera línea, los galardonados de 2025 son la prueba viviente de que la acción individual y colectiva puede salvar vidas, restaurar la dignidad y reconstruir el futuro de las personas que se ven forzadas a huir.
La ceremonia fue conducida por la Embajadora de Buena Voluntad de ACNUR, Leanne Manas, y contó con las presentaciones de Ahmad Joudeh, exrefugiado apátrida, bailarín de ballet y coreógrafo; Maria Sur, cantante y refugiada de Ucrania; y Toussaint Chiza, exrefugiado y cantante congoleño-sueco.