09/25/2025 | Press release | Distributed by Public on 09/26/2025 00:28
New York (EEUU)
INTERVENCIÓN DEL PRESIDENTE DEL GOBIERNO, PEDRO SÁNCHEZ
Muchas gracias.
Presidenta, secretario general, ministro de Exteriores del Gobierno de Costa Rica, miembros de la sociedad civil, las empresas y por supuesto también el resto de los Gobiernos.
Creo que hoy estamos asistiendo a un momento trascendental en la historia de esta organización multilateral, de Naciones Unidas, creo que estamos sentando las bases de una necesaria e imprescindible gobernanza multilateral de la inteligencia artificial.
Creo que es muy importante que se haga en Naciones Unidas. Y que hayamos tenido el privilegio, en el Gobierno de España junto con el Gobierno de Costa Rica, de co-facilitar la puesta en marcha de este nuevo sistema de gobernanza de la inteligencia artificial, es un auténtico honor.
Se ha dicho antes por parte del secretario general y también por parte de la presidenta, hoy la inteligencia artificial no es una promesa de futuro, sino que es una realidad cotidiana. Está en nuestros móviles, está en los bancos que gestionan nuestras cuentas, está también en los hospitales que cuidan nuestra salud.
La inteligencia artificial se ha convertido en una red invisible que atraviesa de manera cada vez más visible todos los aspectos de nuestra vida cotidiana. Sus modelos ya están teniendo un impacto profundo, nos ayudan a acelerar el descubrimiento científico, la innovación, a aumentar la productividad de nuestras economías, a mejorar la eficiencia de los servicios públicos, también privados, que usan miles de millones de personas en todo el mundo.
Gracias a la inteligencia artificial generativa, a los modelos de lenguaje, por primera vez, la humanidad habla con las máquinas en su propia lengua y las máquinas responden. Esto, evidentemente, abre la puerta a un nuevo tipo de relación con el mundo digital y a la creación de servicios más accesibles, personalizados y humanos
Y, sin embargo, todos lo sabemos, como ocurre con toda tecnología, junto a las oportunidades también emergen riesgos que debemos afrontar con responsabilidad. Sin duda alguna, en el ámbito laboral, la automatización y la inteligencia artificial van a modificar, ya lo están haciendo, profundamente la organización del trabajo y de las empresas.
Algunos empleos desaparecerán y otros nuevos surgirán, pero si no actuamos con visión, millones de personas pueden quedar desprotegidas.
También la brecha entre países, porque no todos disponen de la infraestructura, de la inversión privada o del talento necesarios para desarrollar y utilizar la inteligencia artificial. Y, por tanto, existe el riesgo real de que la inteligencia artificial amplíe las brechas globales, ya de por sí muy importantes de desigualdad, en lugar de reducirlas.
Un futuro de ganadores y perdedores.
Y finalmente, la protección de derechos fundamentales, a las cuales hacía antes referencia al secretario general. Conocemos cuáles son los peligros de la desinformación, de la manipulación algorítmica, de la vigilancia masiva, de las injerencias en la privacidad. Estos desafíos minan la confianza de los ciudadanos en nuestras instituciones y también en la democracia misma.
A esto se añaden otros riesgos ligados a la seguridad internacional, como la aplicación de la inteligencia artificial en sistemas autónomos de armamento, ciberataques cada vez mucho más sofisticados.
Y también el enorme impacto ambiental de esta tecnología, como ha dicho antes la presidenta de la Asamblea General, dado el ingente consumo energético de los modelos más avanzados.
Por eso necesitamos una respuesta global, multilateral. El auge de la inteligencia artificial es imparable, pero no puede ser ingobernable y debemos gobernarlo juntos.
Una tecnología tan poderosa no puede quedar encapsulada en intereses privados ni tampoco en regímenes autoritarios. Los desafíos que plantean no reconocen fronteras y ningún país puede resolverlos por sí solo.
Por tanto, necesitamos articular una visión compartida a nivel multilateral con las Naciones Unidas como foro legítimo e inclusivo para forjar consensos sobre intereses comunes. Por eso es ahora, cuando más se cuestiona y ataca el multilateralismo, cuando hay que reivindicar su idoneidad para afrontar desafíos como el de la inteligencia artificial.
Ahí encontrarán al Gobierno de España, reivindicando el papel de Naciones Unidas ante este auténtico reto global.
En 1957, la ONU impulsó el Organismo Internacional de la Energía Atómica con el fin de aprovechar esta tecnología con fines pacíficos. Y desde entonces ningún país ha usado las armas nucleares contra otro. Al contrario, la tecnología atómica ha permitido avances médicos espectaculares en el campo de la radioterapia o también de la proto terapia.
No existen precedentes de gobernanza internacional de la IA. Por eso España está dispuesta a llegar hasta el final con este proyecto.
Somos el primer país de la Unión Europea que se posiciona en el centro del debate mundial sobre la inteligencia artificial en las Naciones Unidas, junto con Costa Rica. Hemos sido co-facilitadores en la adopción de la primera gran resolución de consenso internacional sobre la gobernanza global de la IA.
Hemos hecho una contribución voluntaria de 3 millones de euros para convertir las propuestas e iniciativas en hechos reales, que nos sitúa como uno de los principales impulsores de la gobernanza digital a nivel global.
Hemos apostado por una ciudad española, por Valencia, como sede de la EU for Humanity Lab de las Naciones Unidas, vinculada a la Oficina de Tecnologías Digitales y Emergentes, lo que va a convertir a esta ciudad en un auténtico hub de innovación y de cooperación multilateral.
Y siguiendo con nuestro apoyo a la creación del Panel Científico para la Gobernanza de la Inteligencia Artificial, me gustaría proponer a España para acoger el primer encuentro de este distinguido panel.
Termino. Señoras y señores.
La inteligencia artificial puede ser un motor para el desarrollo humano, como hemos visto en el vídeo, o puede ser un factor de mayor desigualdad y mayor riesgo. Puede ayudarnos a cumplir nuestros sueños como humanidad o hacer realidad nuestras peores pesadillas.
Y tenemos que elegir, evidentemente, la primera de las opciones.
Tenemos la enorme responsabilidad de asegurar que la inteligencia artificial sirva a las personas, respete sus derechos y contribuya a un futuro sostenible para nuestros pueblos y para nuestro planeta.
Trabajemos juntos para lograrlo. Y desde luego, pueden contar con el apoyo de España.
Nada más y muchas gracias.
(Transcripción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación)
(Intervención original en español)