09/18/2025 | News release | Distributed by Public on 09/18/2025 07:00
El futuro de la industria alimentaria se juega en tres frentes: sostenibilidad, resiliencia e innovación. Así ha quedado de manifiesto este 18 de septiembre en el I Congreso en I+D+i en la Industria Alimentaria, celebrado en la Universidad Complutense de Madrid, donde representantes de la distribución y la industria han debatido sobre los grandes desafíos que marcarán los próximos años.
En la mesa redonda 'Retos actuales y claves para un futuro resiliente', nuestra directora de Alimentación, María Sánchez (Distribución ANGED), junto a Óscar Mozún (Tactics Europe), Marc Cid (FRIME) y Luis Calvo (Incarlopsa), ha ofrecido una visión complementaria de cómo afrontar un escenario marcado por la crisis climática, la presión de costes y la necesidad de talento.
La sostenibilidad ha sido el primer gran eje del debate. Desde La Distribución, María Sánchez ha subrayado que no puede limitarse a lo medioambiental, sino que debe entenderse también en su dimensión social y económica. Ha recordado que ya se están dando pasos en ámbitos como la economía circular, la logística, la eficiencia energética o la lucha contra el desperdicio.
«Cuidar el planeta es fundamental, pero no puede hacerse a costa del empleo ni de la rentabilidad», ha advertido.
La visión de la industria ha puesto sobre la mesa ejemplos concretos. Marc Cid ha explicado cómo la sequía en Cataluña obligó a replantear procesos en sus plantas: "Reducimos un 60% el consumo de agua con sistemas de limpieza por vapor e instalamos placas solares que hoy cubren el 30% de nuestra energía. El cambio climático nos está obligando a innovar y adaptarnos".
En la misma línea, Luis Calvo ha advertido de la importancia de una circularidad bien entendida, alejada de intereses externos: "Los purines son un problema, pero también una solución. Si se destinan solo a biometano, rompemos el ciclo del nitrógeno".
Las crisis recientes -desde la pandemia hasta la guerra de Ucrania- han servido de prueba de resistencia para toda la cadena alimentaria. María Sánchez ha recordado que el sector ha sabido responder en momentos críticos como la COVID, la tormenta Filomena o los apagones, y ha insistido en que ahora el reto pasa por anticiparse a escenarios de inestabilidad.
"La cadena alimentaria ha demostrado resiliencia en crisis; ahora toca diversificar y reducir la dependencia exterior", ha defendido.
[Link]María Sánchez, directora de Alimentación.Desde La Distribución, ha señalado, se están poniendo en marcha protocolos de gestión de crisis y se está trabajando con una red cada vez más amplia de proveedores -más de 10.000 en algunos casos- para garantizar el suministro.
El debate también ha puesto el acento en la dimensión económica. Óscar Mozun ha advertido de las consecuencias de limitar la capacidad productiva: "Para alimentar a todos necesitamos capacidad productiva. Limitarla sube los costes y repercute en un consumidor cuyo poder adquisitivo es cada vez más ajustado".
[Link]El último bloque de la mesa se ha centrado en el papel de la innovación tecnológica. Blockchain, inteligencia artificial y digitalización ofrecen oportunidades para transformar la cadena agroalimentaria, pero todos los ponentes han coincidido en que sin personas cualificadas esas herramientas se quedan a medio camino.
Nuestra directora de Alimentación lo ha resumido de forma clara: "La gran tecnología que necesitamos es talento. Sin profesionales cualificados no podremos aprovechar la IA ni el blockchain". Ha recordado que la distribución necesita cubrir más de 16.000 puestos de trabajo en áreas tan diversas como logística, marketing o compras, y ha advertido de que la formación actual no responde todavía a esa demanda.
Una idea compartida por el resto de la mesa: las inversiones en innovación no son suficientes si no van acompañadas de un cambio cultural y de profesionales preparados para liderar la transformación.
A modo de conclusión, la mesa redonda ha dejado claro que el futuro de la industria alimentaria no pasa solo por innovar o por adaptarse al cambio climático, sino por hacerlo de manera coordinada y con visión de conjunto. La sostenibilidad entendida en toda su dimensión, la resiliencia frente a crisis y el talento como motor de la innovación se han consolidado como los tres pilares sobre los que avanzar.
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