08/28/2025 | Press release | Archived content
"Los ríos atmosféricos varían mucho de un año a otro, por lo que resulta difícil predecir el volumen de precipitaciones que tendremos cada año -señala la Sra. Kalansky-. Esta imprevisibilidad de las precipitaciones estacionales plantea grandes desafíos para la gestión de los suministros de agua".
Los científicos están utilizando isótopos estables, formas no radiactivas de los átomos, para estudiar los efectos del cambio climático en los ríos atmosféricos. Las técnicas permiten rastrear el origen del vapor de agua, la distancia que este ha recorrido a través de la atmósfera, los lugares donde el vapor cae en forma de precipitaciones y su interacción con el ciclo del agua. Esta información puede utilizarse para anticipar fenómenos meteorológicos extremos y reducir sus efectos, detectar riesgos de inundación y gestionar los recursos hídricos, especialmente en tiempos de sequía.
En un nuevo proyecto coordinado de investigación del OIEA se están incorporando trazadores isotópicos en modelos hidrológicos y climáticos para rastrear y simular el desplazamiento y los cambios de las diferentes formas de agua a lo largo del ciclo hidrológico.
"Los datos que recopilaremos a través del proyecto de investigación pueden ayudar a evaluar los riesgos cada vez mayores de inundaciones, sequías y escasez de agua -indica Jodie Miller, Jefa de la Sección de Hidrología Isotópica del OIEA-. También pueden ayudar a los países a formular estrategias para mitigar los riesgos, mejorar la gestión del agua y aumentar la resiliencia al clima".
"Estamos utilizando datos sobre los isótopos del vapor de agua para mejorar la precisión del pronóstico del tiempo -explica Kei Yoshimura, Profesor del Instituto de Ciencias Industriales de la Universidad de Tokio y participante del proyecto-. Los datos isotópicos, especialmente útiles en latitudes medias, ayudarán a predecir mejor el transporte de humedad y la distribución de las precipitaciones ligados a los ríos atmosféricos".
El proyecto se sirve de datos recopilados durante 65 años por la Red Mundial sobre Isótopos en la Precipitación (RMIP), que realiza un seguimiento de las precipitaciones en más de 1000 estaciones de monitorización de todo el mundo. Los datos de la RMIP pueden utilizarse para analizar el origen, las trayectorias y la distribución de las precipitaciones de los ríos atmosféricos, lo que permite comprender mejor su comportamiento cambiante en un clima cada vez más cálido.