Del aula a la empresa: una hoja de ruta para impulsar el empleo en el Estado de México

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En el Estado de México, miles de jóvenes se gradúan cada año sin que sus habilidades encajen del todo con lo que piden las empresas. Es necesario y estrátegico sincronizar las necesidades de la industria con las oportunidades laborales y competencias de los egresados de educación superior, ya que esto impulsaría la productividad del empleo y con ello la economía del estado y del país.

El gobierno del estado trabaja ya para hacerlo realidad. En colaboración con la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación y la Secretaría de Desarrollo Económico de la entidad, el Banco Mundial llevó a cabo un nuevo diagnóstico-con foco en el sector automotriz-que analiza las brechas y propone una hoja de ruta concreta para articular mejor los estudios de educación superior con el mercado laboral.

El diagnóstico muestra estos principales hallazgos:

1. Las instituciones de educación superior enfrentan retos importantes para vincularse con las empresas. Esto se relaciona con la ausencia de incentivos y de disposiciones legales y fiscales que motiven a las compañías a vincularse con las instituciones, tanto para abrir espacios de formación para estudiantes, como para participar en los nodos educativos-productivos.

2. Existe una valorización limitada de las microcredenciales y el título del Técnico Superior Universitario (TSU) frente a los programas más largos como licenciaturas e ingenierías. Las empresas no siempre distinguen a los TSU de los técnicos de educación media superior y por eso no contratan a muchos graduados de estos programas más cortos.

3. Existen desajustes entre la oferta y demanda de talento. Las entrevistas con empresas indican retos en la relevancia de los programas académicos. Esto lo confirman los análisis cuantitativos que muestran que los egresados pueden estar sub o sobre calificados para las vacantes del mercado.

4. Hay diferencias importantes de experiencias de formación en el lugar de trabajo. Las micro, pequeñas y medianas empresas, que representan la mayor parte de las empresas del estado, no siempre cuentan con condiciones para el desarrollo de las competencias de los planes de estudio. En las empresas grandes, las experiencias son diversas porque cada una tiene su propio modelo de formación, que no siempre es compatible con los lineamientos nacionales y estatales de la educación superior.

Ante esos hallazgos, este estudio propone una Hoja de Ruta de cuatro ejes para cerrar estas brechas:

Eje 1: Fortalecer la gobernanza asegurando la participación del sector privado, mediante incentivos fiscales y espacios de coordinación con roles y responsabilidades claros.

Eje 2: Consolidar un sistema de inteligencia del mercado laboral para la toma de decisiones de estudiantes, empresas y de las autoridades estatales.

Eje 3: Alinear la oferta formativa a partir de información sobre el mercado laboral, la certificación de competencias y programas de ciclo corto.

Eje 4: Asegurar la calidad de la formación en el lugar de trabajo.

Estos cuatro ejes nos muestran acciones en las que todos ganan:

• Técnicos y académicos: un marco operativo basado en evidencia para acercar las instituciones de educación superior al sector productivo y cerrar la brecha de habilidades.
• Tomadores de decisión: una guía para diseñar incentivos, nodos de colaboración y asignación eficaz de recursos.
• Jóvenes: prácticas de calidad, títulos más valorados y mejores puertas de entrada al empleo.

La ruta está trazada, una ruta en la que se ofrece y reconoce una mayor variedad de credenciales valoradas en el mercado laboral, los egresados tendrán mejores oportunidades de trabajo y el Estado de México ganará más competitividad.