09/10/2025 | News release | Distributed by Public on 09/10/2025 07:58
Boletín N° 139
10 de Septiembre 2025
ALTO MANDO MILITAR DELINEAN LA NUEVA ESTRATEGIA TERRITORIAL
En medio de un conflicto armado no internacional que ha marcado la vida de millones de ecuatorianos, el país da hoy un nuevo paso en la guerra contra el narcoterrorismo. Después de meses de duros enfrentamientos, la experiencia adquirida en el terreno y los golpes propinados a las estructuras criminales han revelado una verdad ineludible: el enemigo cambia de rostro y busca adaptarse. Y frente a ello, el Gobierno ecuatoriano responde con decisión: una nueva fase en esta guerra comienza hoy.
Bajo el liderazgo del presidente Daniel Noboa Azin y con la conducción firme del ministro de Defensa Nacional, Gian Carlo Loffredo, las Fuerzas Armadas han sido llamadas a replantear su estrategia. El Bloque de Seguridad atacará con más fuerza, con estrategias renovadas y con una ofensiva militar más agresiva y territorial.
El Alto Mando Militar, integrado por el General de Ejército Henry Delgado Salvador (jefe del Comando Conjunto), el General de Ejército Iván Vásconez Hurtado (Fuerza Terrestre), el Almirante Ricardo Unda Serrano (Fuerza Naval) y el General del Aire Mauricio Salazar Machuca (Fuerza Aérea), se reunió en Quito por disposición del ministro Gian Carlo Loffredo para delinear las directrices que marcarán esta nueva fase de la guerra. Tras el reciente cambio de cúpula, se abre un ciclo de conducción que va más allá de la operatividad, con una transformación en la planificación y focalización de las acciones militares, articuladas en tres ejes: control territorial y ofensiva directa; fortalecimiento de la inteligencia y operaciones especiales; y neutralización y eliminación de objetivos.
Aunque la nueva estrategia militar contiene componentes reservados, es oportuno informar que concentra sus esfuerzos en las provincias más críticas: Guayas, Los Ríos, Manabí, El Oro, Carchi, Sucumbíos, Orellana, Zamora y Morona Santiago, donde se multiplicará el número de operaciones para neutralizar y destruir objetivos de alto valor, atacar blancos determinados y reforzar los controles de armas y explosivos en puntos críticos del país.
En este contexto, el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, General de Ejército Henry Delgado Salvador, fue contundente al recordar la misión encomendada: "Esta nueva fase exige medidas de cumplimiento inmediato y resultados efectivos, porque la meta es una sola: devolver bienestar, seguridad y paz al pueblo ecuatoriano. La consigna frente a las amenazas es clara: la cárcel o el infierno".
La ofensiva incluye la eliminación de cabecillas, la destrucción de maquinaria, combustibles e infraestructura usada en la minería ilegal, así como la neutralización de vehículos, bodegas y material vinculados al robo y contrabando de combustibles. Cada acción se apoyará en un mapeo constante de patrullajes y en el incremento de la inteligencia militar, como punto clave en esta nueva fase de la guerra.
La estrategia incorpora una atención prioritaria al control de los centros penitenciarios bajo responsabilidad de las Fuerzas Armadas. A esto se suma una política de cero tolerancia a la corrupción, con depuración institucional y mano dura internamente. Todo este plan estará sujeto a un seguimiento permanente con indicadores claros, desde el Comando Conjunto, donde se evaluará cada acción, operación y estrategia para ajustar en tiempo real las tácticas según evolucione el escenario.
En esta nueva fase, el Gobierno Nacional, el Bloque de Seguridad y las Fuerzas Armadas ratifican con firmeza y cercanía a la ciudadanía: ganaremos la guerra por cada una de las familias ecuatorianas.