09/17/2025 | Press release | Distributed by Public on 09/17/2025 05:25
Excelencia,
La Reina y yo os agradecemos la acogida que nos habéis dado en vuestro país. Todo lo que estamos viendo y escuchando nos confirma las palabras que, a finales del siglo XIX pronunció un compatriota mío, Eduard Toda, diplomático, historiador y profundo enamorado de Egipto: "es la tierra"-dijo- "donde se meció la cuna de todas las razas, donde existen los fundamentos de toda ciencia y todo arte (…) Sus monumentos son mudos testigos del esfuerzo humano durante setenta siglos".
Ese crisol de civilizaciones nos emparenta. Somos, España y Egipto, dos culturas enraizadas en el Mediterráneo. Dos culturas y en muchos aspectos con un modo muy similar de entender la vida. Nuestra larga amistad está marcada por una sintonía espontánea, visible en muchos gestos cotidianos, y un sentimiento de fascinación entre nuestros pueblos.
Creo, Señor Presidente, que las relaciones duraderas hay que alimentarlas con hechos. Por eso estoy tan satisfecho de haberos recibido en Madrid a comienzos de este año, de que en Vuestra visita se firmará la Alianza Estratégica que proyectará nuestras relaciones hacia el futuro, y de que hoy, apenas medio año más tarde, estemos la Reina y yo aquí, en esta visita de Estado que nos honra profundamente. Como nota personal, os confieso que ansiamos, de manera especial, ver la luz del atardecer en las pirámides de Guiza.
Estos tres hitos -dos visitas de estado y un acuerdo de asociación estratégica- cumplidos en un solo año, hacen que este 2025 sea trascendental en la historia de nuestras relaciones bilaterales. Es el fruto de una relación bien trabajada: de un impulso del diálogo político a todos los niveles.
En tiempos como los que vive el mundo, con graves conflictos, y con tantos desafíos y frentes abiertos, las dinámicas de diálogo sincero y de cooperación leal cobran un significado muy especial. La comunidad internacional debe persistir en ellas, en su búsqueda y en hacerlas duraderas, porque son un faro en momentos oscuros.
Por esa misma razón, en este encuentro tan grato que encarna nuestra amistad, no podemos, ni queremos, ser ajenos a la realidad que nos rodea. Así que permitidme, Señor Presidente, que me refiera en primer lugar a la situación que se vive en Palestina y particularmente en la Franja de Gaza, tan próxima a esta tierra, donde nuestros países no se cansan de denunciar el brutal e inaceptable sufrimiento de cientos de miles de personas.
Reconocemos y agradecemos el papel mediador que Egipto viene desarrollando para lograr un acuerdo de alto el fuego, liberación de rehenes y restablecimiento pleno de la ayuda humanitaria. España apoya iniciativas como el plan que impulsáis para la reconstrucción de Gaza, tan necesarias para que su población recupere su vida y su dignidad en ese territorio que, junto con Cisjordania y Jerusalén Este, debe formar parte de un Estado palestino viable, que conviva en paz y seguridad con Israel. Por más lejos que pueda seguir estando hoy ese objetivo -con todo lo ocurrido y con las noticias y las imágenes que nos llegan a diario-, no podemos desfallecer en el empeño.
Señor Presidente,
"...Somos, España y Egipto, dos culturas enraizadas en el Mediterráneo. Nuestra larga amistad está marcada por una sintonía espontánea, visible en muchos gestos cotidianos, y un sentimiento de fascinación entre nuestros pueblos...."
Vuelvo ahora a centrarme en las relaciones entre nuestros dos países. El salto cualitativo en nuestra relación política bilateral, su elevación al nivel de asociación estratégica, tiene lugar sobre un trasfondo de intercambios económicos favorecido por la presencia de empresas españolas en sectores de gran importancia, como los transportes, la energía o el agua. Sin olvidar que también están aumentando los flujos turísticos, pues se trata de un sector clave, también, para ambos países. Y muy relacionado con ello, quiero destacar y celebrar que estamos a escasas fechas de la inauguración del Gran Museo Egipcio -ese gran regalo de Egipto al mundo- que será una síntesis de la historia deslumbrante de este país y una poderosa imagen que nos habla de su futuro.
En el ámbito de la cooperación al desarrollo, Egipto es, también, un socio clave y prioritario de España. Entre 2022 y 2024, la AECID, nuestra Agencia de Cooperación Internacional al Desarrollo prácticamente duplicó los medios financieros dedicados a Egipto. Es una tendencia que se mantendrá en los próximos años, refrendada por la Alianza para el Desarrollo Sostenible que esperamos poder firmar muy pronto.
En el terreno de la lengua y de la cultura, me alegra constatar que los egipcios tienen un interés cada vez mayor por España. Y quiero subrayar la valiosa contribución del hispanismo egipcio, con potentes departamentos de español en universidades como El Cairo, Canal de Suez o Luxor -y otras muchas- con cuyos directores nos reuniremos mañana por la tarde. Es muy destacable también la labor de nuestro Instituto Cervantes, que, con sus sedes en El Cairo y Alejandría, es uno de los más grandes del mundo en número de alumnos.
Como sabe, Presidente, existe entre los españoles un enorme interés, por esa cuna de la civilización que es el Antiguo Egipto. Buena muestra son nuestros arqueólogos y egiptólogos, presentes aquí desde hace seis décadas, en el marco de las misiones arqueológicas hispano-egipcias, dos de las cuales tendremos ocasión de conocer pasado mañana en nuestra visita a Luxor: un punto de encuentro de primer nivel para el intercambio científico y académico. Pero no es solo cultura en clave de pasado lo que nos atrae de Egipto, sino también obras vibrantes de narrativa, de cine, de música. Y ¿qué decir del deporte? Espero y deseo que la selección egipcia pueda asegurar en breve su clasificación para el mundial de fútbol y que allí se encuentre -lo más tarde posible, eso sí- con la española.
Señor Presidente,
No quiero terminar sin añadir algunas notas en clave regional, europea y mediterránea. Egipto es socio fundador de la Asociación Euro-Mediterránea, a la que España atribuye, como sabéis, una gran importancia. El próximo mes de noviembre celebraremos el X Foro Regional de la Unión por el Mediterráneo, y podremos analizar juntos la situación que atraviesa la región y dar un nuevo impulso al partenariado, con motivo del 30º aniversario del proceso de Barcelona.
En cuanto a las relaciones entre Egipto y la Unión Europea, cabe subrayar la importancia del Acuerdo de Partenariado Estratégico e Integral que nuestro país ha venido apoyando con decisión, y que está sostenido por un ambicioso paquete financiero. Una asociación que podrá tomar impulso, así lo esperamos, en la Cumbre UE-Egipto prevista para el próximo 22 de octubre.
Reconocemos también el peso y el liderazgo de Egipto en África, una región que tiene enormes desafíos ante sí y sufre graves tragedias con poco eco en el mundo. Pero también tiene -y eso nunca debemos olvidarlo- un grandísimo potencial, con una población joven, muy dinámica y creativa. Los españoles queremos estar cada vez más presentes en África, como bien testimonia la Estrategia España-África 2025-2028. Y en ese empeño, nuestro país seguirá contando con Egipto como referente de primer orden.
Señor Presidente, mencionaba al comienzo a un compatriota mío que se enamoró de Egipto, Eduard Toda, y concluiré con un compatriota suyo que se enamoró de España. Se trata de Ahmad Zaki, filólogo, abogado y escritor, que recorrió España a finales del siglo XIX y se emocionó al entrar en los jardines de la Alhambra, en Granada, dejando escritas estas palabras: "He visto en los españoles la moral, la dignidad y la generosidad de los árabes (…) y declaro públicamente que su carácter es más amable y noble que el de todas las naciones que he recorrido en este largo viaje…"
En ese juego de espejos, entre un español conmovido por Egipto y un egipcio conmovido por España, creo que se resume nuestra relación. Así que sigamos ahondando en esa larga historia que une a nuestros países y nuestros pueblos, y se refuerza con este viaje: un nuevo capítulo en la inquebrantable amistad entre Egipto y España.
Muchas gracias.